En el día mundial de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) queremos sumarnos a todas las instituciones que alzan la voz para dar visibilidad a este problema que va en aumento.

Si quieres saber cuáles son los síntomas y tratamiento para los distintos Trastornos de la Conducta Alimentaria, te recomendamos leer nuestro artículo previo sobre los TCA.

En esta ocasión, las profesionales de todas las áreas del Instituto Médico del Bienestar han querido participar explicando cómo afectan a nuestro organismo estos trastornos.

LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS Y LA SALUD MENTAL


María Martínez-Vigo: Psiquiatra y fundadora del IMB

Los TCA suelen ser la punta del iceberg de un trastorno subyacente más importante que comer más o menos o restringir la alimentación. Puede ser un trastorno de personalidad, un cuadro del ánimo, trastorno de ansiedad o depresivo; un trauma en la infancia que las niñas no saben gestionar o intentan esconder. El trastorno de alimentación es simplemente lo que se ve, lo que es inevitable que aparezca; todo lo demás está por debajo y es verdaderamente lo que hay que tratar.

En el último año y  medio hemos visto que casi se ha duplicado el número de trastornos de alimentación y, lo que es más preocupante, en edades cada vez más jóvenes, alcanzando a niñas de hasta 9 años. Estamos hablando de que ya no son pre-adolescentes; son niñas. Este hecho es de extrema gravedad porque el organismo está aún en desarrollo y el efecto devastador de este tipo de trastornos puede dejar secuelas permanentes.

El tratamiento siempre es psicoterapéutico y, casi siempre, también farmacológico. Generalmente debe ser un tratamiento doble psicológico-psiquiátrico.

Los pronósticos suelen aproximarse a los porcentajes 30-30-30: 30% de los pacientes mejoran siempre, 30% se estabilizan y 30% se cronifican 


Isabel Barriuso Rojo: Psicóloga clínica y psicoterapeuta

Los problemas en la relación con la comida son resultado de experiencias traumáticas, con frecuencia ocurridas en la infancia. Pero pocas veces las personas que los sufren son conscientes de las situaciones que los han provocado. Los TCA hacen sentir impotencia, frustración, desesperanza, culpa y vergüenza y las personas que los sufren se castigan por ello, agravándose el problema en un círculo vicioso.

La terapia psicológica centrada en la resolución del trauma permite romper ese círculo e ir construyendo una relación sana con la comida y con una misma.

Algunos de los TCA pueden desembocar en un Trastorno Dismórfico Corporal, que consiste en una distorsión de la realidad por una imagen simbólica de nosotros mismos que hay en nuestra mente. De esta manera algunos pacientes ven su cuerpo con defectos que no tienen y en el caso de la Anorexia Nerviosa pueden percibir su cuerpo en el espejo irrealmente voluminoso a pesar de la extrema delgadez que pueden padecer.


LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS Y SU REPERCUSIÓN EN EL CUERPO

Nuestras fisioterapeutas apuntan a las alteraciones del sistema músculo esquelético como efectos más claros de los TCA en su campo. Sobre todo atrofia muscular, artritis degenerativa, alteraciones posturales y dolores musculares y calambres debido a la ansiedad.

Pero los efectos producidos por los TCA en nuestro cuerpo van mucho más allá de lo que puede verse externamente.

Desde las especialidades de endocrinología y medicina interna del IMB señalan las áreas de nuestro organismo que se ven más afectadas por las carencias de nutrientes y vitaminas, así como por las malas prácticas que los trastornos alimentarios suelen conllevar y que suponen un auténtico castigo para algunos órganos.

La Anorexia Nerviosa, la Bulimia y el trastorno por atracones afectan seriamente a diferentes áreas del organismo. 

Los desórdenes alimentarios pueden producir alteraciones cardiovasculares graves, hipotensión, afectaciones en el aparato respiratorio, alteraciones ginecológicas y del aparato digestivo, así como insuficiencia renal. Además, la Anorexia puede producir osteoporosis, anemia y alteraciones neurológicas como atrofia cerebral y encefalopatía con confusión producida por un déficit de vitamina B1.

La Bulimia afecta al esófago provocando hemorragia, dilatación, Esófago de Barret y otras complicaciones digestivas.

El trastorno por atracón puede comportar complicaciones médicas como la obesidad, hipercolesterolemia y Diabetes tipo 2.

Por lo general la mayoría de las complicaciones revierte cuando mejora el trastorno, pero es muy importante un tratamiento temprano, especialmente en el caso de las pacientes más jóvenes con el cuerpo aún en desarrollo.

Si crees que alguien cercano puede estar padeciendo un desorden de la conducta alimentaria, contacta cuanto antes con un profesional de la salud.

Instituto Médico del Bienestar
Mens Sana. Corpore Sano

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