“Pedro está muy raro, cabizbajo y serio. Debe estar deprimido”…
La expresión “estar deprimido” se suele utilizar de forma habitual, pero, la depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo que va más allá del sentimiento momentáneo y leve de desconsuelo que todos tenemos en alguna ocasión. La depresión es una de las primeras causas de incapacidad en el mundo según la OMS.

Para hacer un diagnóstico de depresión debe existir un sentimiento de pena o tristeza importante y duradero (al menos 2 semanas) que limita la capacidad de funcionar en el ámbito afectivo, laboral o familiar. 

Síntomas de la depresión

Un cuadro de depresión clínica suele tener asociados los siguientes síntomas:

  • Apatía, vacío, desesperanza.
  • Cansancio, falta de energía
  • Pérdida de interés, capacidad de disfrute y concentración
  • Tendencia al aislamiento; alejamiento de familiares y amigos
  • Abandono de actividades habituales
  • Dificultades para mantener o conciliar el sueño
  • Alteraciones en el apetito
  • Ansiedad e irritabilidad

Todos estos cambios redundan en sentimientos de culpa e inutilidad, que suelen ir acompañados de pensamientos negativos y pesimistas, pudiendo desembocar en ideas de suicidio.

Causas de la depresión

No hay una sola causa desencadenante sino la interacción de diferentes circunstancias:

  • Factores biológicos: componentes genéticos, alteraciones en los neurotransmisores (serotonina , noradrenalina o dopamina), cambios hormonales (embarazo, postparto, menopausia, tiroides, etc).
  • Factores psicosociales o ambientales: estrés laboral, situaciones traumáticas familiares, sociales o afectivas, problemas económicos, abuso de alcohol u otras sustancias
  • Factores de la propia personalidad (autoexigencia, hipocondria, dependencia)

En algunos casos, la depresión está asociada a enfermedades como el Parkinson, hipotiroidismo, o VIH entre otras.

¿Todas las depresiones son iguales?

Algunos tipos de depresión:

  • Depresión mayor: generalmente provocada por factores biológicos
  • Trastorno adaptativo o depresión reactiva: suele ser la consecuencia de factores externos psicosociales
  • Distimia: menos grave que las dos anteriores, pero de evolución crónica, suele darse debido a períodos de estrés prolongados o factores de la propia personalidad.

Transparente, desconocida, estigma social

La depresión es una enfermedad grave y muy común, que sin embargo en muchos casos no se llega a diagnosticar debido a varios factores:

  • No se nota físicamente, por lo que pasa desapercibida en sus inicios.
  • El desconocimiento de los síntomas dificulta al entorno del enfermo su detección. Síntomas como irritabilidad, apatía o falta de apetito y de sueño se relacionan antes con una “una mala racha” laboral o personal que con una enfermedad mental.
  • El hecho de que las enfermedades mentales todavía lleven aparejado un fuerte estigma a nivel social, hace aún más difícil que el paciente recurra a la ayuda profesional, lo que provoca que los síntomas se agraven.
Depresion-IMB-ansiedad
Imagen: @sashafreemind-unsplash

Estrés laboral y concienciación

El estrés laboral es uno de los desencadenantes más importante de cuadros de ansiedad y depresivos.

Cada vez son más las empresas que deciden tomar medidas para preservar la salud mental de sus trabajadores, contribuyendo de esta forma a romper el estigma que hay en torno a ella. 

La depresión en el trabajador repercute directamente en la empresa provocando:

  • Disminución del rendimiento laboral y la productividad
  • Aumento del absentismo laboral por bajas médicas
  • Mayor probabilidad de procesos judiciales entre trabajadores y empresa

El índice de afectados por depresión es apabullante; tanto como accesible su prevención. Muchas empresas lo saben y ponen a disposición de los empleados herramientas para reducir los niveles de estrés derivado de la presión laboral.

Algunas acciones que se llevan a cabo en esta línea son:

  • Facilitar el acceso a sesiones de psicoterapia
  • Talleres de mindfulness
  • Flexibilidad de horarios
  • Posibilidad de teletrabajar
  • Ayudas sociales, académicas y médicas

Prevención y normalización

La información es el primer paso para la normalización. La mejor manera de prevenir la depresión es conocer sus causas y sus síntomas.

Una vez que sabemos qué es la depresión, podemos tomar medidas para gestionar el estrés como hacer ejercicio a diario, preferiblemente al aire libre, dormir adecuadamente y mantener una dieta equilibrada, desconectar de los problemas realizando actividades que nos gusten, y disfrutar de ellas de vez en cuando con familiares o amigos.

Entender la depresión y recurrrir a psicoterapia, en caso de sentir algunos de los síntomas anteriormente descritos, es la mejor manera de normalizar una situación tan presente en la sociedad como es la depresión. Existen tratamientos muy eficaces en los que encontrar alivio a las pocas semanas.

Instituto Médico del Bienestar